En Europa, el número de huertos comunitarios e interculturales está en continuo crecimiento. Estos huertos son considerados como una forma activa de ciudadanía. Los espacios comunitarios e interculturales crean una red respetuosa y multicultural, contribuyendo a una sociedad con mente más abierta. Los proyectos de huertos facilitan la educación no formal a través de actividades de horticultura, arte, artesanía, intercambio gastronómico y excursiones relacionadas con la jardinería y la historia local. Con la colaboración de organizaciones gubernamentales y ONG´s, las oportunidades de acceso a la educación formal se pueden lograr.
El empoderamiento y el incremento de las habilidades personales son la consecuencia de estas oportunidades. Estos huertos ofrecen a inmigrantes, refugiados y personas en situación de desventaja social una mayor confidencialidad, experiencia y ayuda en sus vidas diarias.
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